viernes, 12 de febrero de 2016

Mujer que volvio ala vida despues de estar congelada

En ocasiones, la naturaleza del cuerpo humano nos sorprende superando con creces los límites de lo que consideramos normal, y el caso que os relato es un ejemplo perfecto. Imaginaos, Lenby, Minnesota, EE.UU. En una tremendamente fría mañana de invierno del año 1981, un chico de 19 años descubre a su vecina adolescente Jean Hilliard tumbada en la nieve. Todo su cuerpo está rígido y congelado, puesto que ha permanecido a la intemperie toda la noche a una temperatura de hasta 25ºC bajo cero.

Aparentemente Jean tuvo un accidente en su coche, que patinó en el hielo, e intentó desesperadamente alcanzar la casa de su vecino en busca de ayuda. Cuando este encontró su cuerpo, llamó inmediatamente al hospital local, donde su estado asombró a los doctores. Una de las enfermeras afirmó que Jean “estaba tan fría, que era como si la hubieran sacado de un congelador” y que “su cara estaba absolutamente blanca, tenía la palidez de los muertos”. Jean sufría de congelación severa, y los médicos no podían mover o doblar ninguna de sus articulaciones.

El personal sanitario del hospital hizo todo lo que pudo, pero su situación era extrema. Aún en el caso de que Jean pudiera recuperar la consciencia, muy probablemente su cerebro habría sufrido daños severos. Además, el grado de congelación era tal, que los médicos pensaban amputarle ambas piernas. Su familia no podía hacer nada salvo esperar un milagro.

Dos horas más tarde, Jean sufrió violentas convulsiones y recuperó la consciencia. Se encontraba perfectamente tanto mental como físicamente, aunque un poco confusa. Incluso la congelación fue desapareciendo lentamente de sus piernas, para asombro de los doctores. Cuarenta y nueve días después fue dada de alta sin perder ni un solo dedo, y con apenas unas pequeñas magulladuras.

Fusión de dos agujeros negros

La señal que an captado los dos observatorios LIGO es extraordinaria: un mero "blip" de dos décimas de segundo  tan breve que, para que los asistentes a la conferencia de prensa pudieran escucharlo, ha habido que pasar el audio varias veces a velocidad muy lenta. Ese modesto chasquido contiene información sobre una catástrofe cósmica de proporciones inauditas: el choque –más bien la fusión- de dos agujeros negros de masa mediana, que giraban alocadamente uno en torno a otro, emitiendo en cada giro una perturbación gravitatoria. Es un proceso similar al de los electrones que al moverse por los circuitos de una antena emiten ondas de radio. Sólo que aquí, los electrones son en realidad singularidades, enormes masas concentradas en un simple punto al que su propia gravedad aísla de nuestro universo. que éste se hacía más rápido, las ondas gravitacionales aumentaban su frecuencia, que fue pasando paulatinamente desde unos tonos bajísimos a otros más y más altos.

En sus momentos finales, los dos agujeros negros giraban a aproximadamente la velocidad de la luz. Y recordemos que estamos hablando de unos cuerpos con la masa de treinta soles. En esas condiciones, la frecuencia de las ondas iba aumentando hasta alcanzar valores comparables a los de una nota de piano. Ese es el “blip” que detectaron los observatorios
Por un brevísimo instante, hace más de mil millones de años, en un lugar lejano mucho más allá de nuestra galaxia, la destrucción de dos invisibles agujeros negros generó más energía que la luz que emiten todaslas estrellas del Universo visible.